Un hacker entra en los ordenadores de un laboratorio nuclear para almacenar música y películas.
Chicago.- Un adolescente londinense fue sentenciado el lunes a 200 horas de servicio comunitario por irrumpir en el sistema de computadoras de un laboratorio de estudios físicos estadounidense para almacenar su colección personal de archivos de música y películas.Joseph James McElroy, de 18 años, dijo ante la corte de Southwark Crown en Londres que entró en 17 sistemas de computación del Fermi National Accelerator Laboratory, ubicado cerca de Chicago, durante un período de dos semanas en junio del 2002, para alojar e intercambiar cientos de gigabytes de archivos de computadoras con sus amigos.El Departamento de Energía intentaba una compensación de 21.000 libras esterlinas (38.000 dólares) por la violación, que obligó a los técnicos a cerrar una porción de la red de computadoras por tres días, indicaron a la corte.El laboratorio financiado por el gobierno realiza investigaciones avanzadas de partículas subatómicas, además de estudios sobre armas nucleares.El juez Andrew Goymer desechó las demandas de hacer un reembolso al Departamento de Energía de Estados Unidos sobre la base de que la violación en ningún punto puso en peligro datos de estudios confidenciales.El laboratorio, reconocido por descubrir los elementos más pequeños de materia del universo, tiene una de las instalaciones de computadoras más grandes del planeta, capaz de almacenar vastas cantidades de datos de estudios.Durante años, las personas han estado irrumpiendo en sistemas de computación corporativos y de universidades para almacenar grandes cantidades de archivos de música y películas cuando a sus propias computadoras se les agota el espacio del disco.Una investigación conjunta entre el Departamento de Energía y la nueva Unidad de Delitos de Computación de la Scotland Yard en Gran Bretaña rastrearon la irrupción de McElroy en julio del 2003, después que identificaron su dirección IP, un identificador que compara a los usuarios con su computadora.McElroy dijo a la policía que desconocía que las computadoras pertenecían a un laboratorio de investigaciones financiado por el gobierno.
